Trabajando en el Patio Andaluz, como en invierno aflojaba el trabajo un poco y yo me dedicaba a las antigüedades, pues decidí comprar un puesto en “El Jueves” y aquello se convirtió en un punto de reunión para muchos artistas y por supuesto amigos.
Esto me obligó a comprar el puesto que estaba al lado del
mío y lo llevaba en sociedad con Paco Leal ¡un gran guitarrista!. En un
puesto ponía el género y en el otro puesto lo ocupaban todos los amigos ¡que por
cierto alguno ya sabían los precios de memoria! Y me ayudaban a vender.
Ántes el Jueves era todo el día (mañana y tarde) y teníamos que comer allí y tomar unas copas. Recuerdo que un día le dije a Juan (mi jefe del Patio) ¡quédate aquí al cuidado del negocio Juan y si puedes me vendes algo! Yo me fui a por comida al Callejón Regina que había una freiduría y un bacalao frito “mu bueno”, cuando regresé me encontré que había vendido unas pocas cosas, recuerdo que cuando hice la cuenta de lo vendido le había ganado un dineral y esto termino con unas palmas de los amigos que habían llegado, ¡¡¡como era natural nos tomamos una copa y comimos el bacalao frito!!!.
Ántes el Jueves era todo el día (mañana y tarde) y teníamos que comer allí y tomar unas copas. Recuerdo que un día le dije a Juan (mi jefe del Patio) ¡quédate aquí al cuidado del negocio Juan y si puedes me vendes algo! Yo me fui a por comida al Callejón Regina que había una freiduría y un bacalao frito “mu bueno”, cuando regresé me encontré que había vendido unas pocas cosas, recuerdo que cuando hice la cuenta de lo vendido le había ganado un dineral y esto termino con unas palmas de los amigos que habían llegado, ¡¡¡como era natural nos tomamos una copa y comimos el bacalao frito!!!.
Y cosa como están ocurrían ¡y muchas más! todos los jueves y que
a lo largo del blog iré contando algunas.
Y para terminar mi puesto era mi salvación en el invierno y
termino diciendo: ¡que viva mi puesto!
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