jueves, 25 de junio de 2015

Soledad Miranda II






Escribo este articulo en mi blog por el motivo del homenaje a esta gran artista, que tuvo lugar en el teatro Quintero el viernes 29 de mayo. Que le digo muchas gracias a todos los que participaron en este homenaje, porque Soledad se lo merecía, a mi me gustaría haber estado, pero me enteré tarde y nunca me lo perdonaré.

Me han dicho que todo fue muy bonito. Que en la mesa redonda se habló de que había muy pocos datos de los inicios como artista de Soledad. ¡Pues nada aquí estoy yo! para intentar dar alguna pincelada y contar un poco de como ella vivió y se convirtió en una  gran estrella de cine.

Creo, bajo mi humilde opinión, que en esta mesa redonda, podían haber participados compañeras suyas del flamenco de aquella época, que son grandes figuras de este arte y que la conocieron desde sus principios.

Soledad Rendón, que era su verdadero nombre, y como se conocía artísticamente, era una niña muy joven cuando llegó al arte del flamenco.  Sus primeros pasos fueron en la academia del maestro Pinto, más tarde con Adelita Domínguez. Esta profesora organizaba en el teatro San Fernando unas funciones todos los años en la que actuaban todas sus alumnas. Ella cantaba y bailaba, más tarde, hacía algunos bolos con compañías que trabajaban por todos los pueblos de Sevilla y que se organizaban en las campañas. Por cierto, que ella me decía que muchas veces ni se cobraba.

Luego más tarde llegó al Patio Andaluz de la Plaza del Duque de Sevilla, en la que yo trabajaba. Soledad trabajó con nosotros allí, hasta que dio el salto para cumplir su sueño: el cine. En el Patio Andaluz bailaba sola y después formó pareja con un bailarín que se llamaba Pedro Vega, aunque no duró mucho tiempo porque a la empresa le gustaba que ella bailara sola, baile clásico español y en el cuadro flamenco bailaba sevillanas, alegría de Cádiz, soleá, rumbas y bulerías.

Ella aprendió mucho y le gustaba mucho este sitio, pero no se le quitaba de la cabeza el cine, ¡como sigo recordándola! Le tenía un gran cariño al que ella siempre  ella correspondió  a mi y a mi familia,  porque era una muchacha excepcional.

Recuerdo que aquellos tiempos eran muy malos para cualquier familia humilde. Sus padres, Antonio y Mercedes, tuvieron que sacrificarse mucho para darle a Soledad lo que a ella le gustaba. Hay que tener en cuenta que cuando Sole (que es como la llamaban su familia y todos sus compañeros y amigos) era tan niña que por su edad no tenía ni el carnet de artista. Su nombre de Soledad se los dieron sus padres como a mi me dieron el mío. Aunque tengo que decir que Soledad nunca estuvo sola porque ella tenia el calor de toda su familia, sobre todo de sus padres y todas sus compañeros, porque era una niña que se hacia querer, desprendía una gran alegría y cariño con todo el mundo. Era especialmente guapa pero no presumida.

Yo sabía lo que ella soñaba, porque que me lo contaba, y siempre era lo mismo: el cine. Muchas personas se reían y le gastaban bromas, porque nadie se creía que esta muñeca lo iba a conseguir, lo que tenia en su cabeza ¡pero todos lo que pensaron esto se equivocaron! Menos el que escribe este articulo que estaba más loco que ella.

En aquellas época los sueldos en la sala de fiestas eran muy bajo, pero había muchas personas de Sevilla que le gustaban la fiesta y,  aparte del espectáculo se organizaban fiestas privadas, ahí se ganaba bastante más. Estas fiestas, de las que yo organizaba muchas, siempre la metía a ella,  porque era muy especial y siempre todo el mundo disfrutaba con sus actuaciones. Me acuerdo que en una fiesta que organizamos a un señor cuando terminamos me preguntó: ¿cuánto era lo de los artistas? Me pagó y me dice: "si hay que dar algo más me lo dices pues ha salido todo muy bien". Me quedo mirando y le digo: "quería pedirle un favor, hay una artista que ha montado un número nuevo, necesita un traje para estrenarlo y no tienes medios para pagarlo". Este señor me dice: "no me diga el nombre, vas a la mejor modista de Sevilla, le haces el traje y yo se lo pago". Seguidamente fuimos a Lina,  se le hizo un traje y Lina tuvo el detalle que nunca olvidaré, con la misma tela y el mismo modelo,  le hizo otro traje a mi hija Gloria que todavía ni decía una palabra. Recuerdo que le di el traje a Soledad ¡esto es para ti y este para mi niña!. Sole se echó a llorar y se puso a darle besos al traje chiquitito  con mucho cariño.

Soledad en el Patio Andaluz solo bailaba aunque cantaba también porque no lo hacía mal. En aquellos tiempos yo tenía amistad con Pepe Brageli, que fue el que saco a Paquita Rico, ¡que por cierto! era familia de Soledad. Un día en conversación con Brageli,  le dije:"Pepe quiero que veas a esta niña" y me dijo: "voy a verla pero tranquilo porque es muy joven, ya tengo datos de ella es guapa y graciosa pero hay que hacerla, pero ya te digo que le veo algo que me gusta y hablaré con Eloísa, que era su esposa".

Yo les conté a sus padres lo que había hablado y les dije que fueran a ver a Brageli y a Eloísa, para que esto tomara fuerza. Fueron a verlos y vinieron contentos de la visita y les dijo que ya verían el momento, pero que no seria muy tarde.

Pepe Brageli llevaba a dos grandes artistas que eran Mikaela y Rosita Ferrer, ellas vivían en Madrid y un día me dice Pepe: "he hablado con los padres de Soledad y ha llegado el momento de dar el salto, me la llevo a Madrid a ver si tenemos suerte y haber lo que se puede hacer".

Pepe se la llevo a Madrid, el día antes me dijo: "he cogido un piso en Madrid y voy tieso, solo llevamos las maletas y tres mantas pues el piso no tiene muebles, pero de momento tenemos el suelo". Pero al otro día Pepe que era un talento y todo el mundo lo conocía, porque cuando ganaba dinero le ayudaba a todos, lo mismo que en Sevilla, Madrid o cualquier parte. Entonces en un semana cambio todo. Eloísa y Pepe prepararon a Soledad y desde ese momento fue el bautismo de Soledad Rendón y nació la Soledad Miranda. Pronto con publicidad y pequeños papeles se fue cubriendo. Esta etapa fueron duras. Yo desde ese momento tenia correspondencia con ella y siempre estaba al tanto de lo que pasaba en su carrera. Pronto vinieron las películas. Ella de vez en cuando venia a Sevilla y me lo comentaba y algunos veranos nos marchábamos a la playa con toda mi familia.

Recuerdo anécdotas, como una llamada en la que me decía: "primo vente a mi casa que he comprado un pavo y aquí no hay quien lo mate"; o cuando me decía: "llego el martes prepararme pajaritos fritos"; o también me decía: "que en el piso de abajo mío, vive el Cordobés que me hecho muy amiga del él, yo voy hacer la madrina y él su padrino de tu hijo José Antonio y lo llevaremos en un capote de paseo para taparlo". Recuerdo que por aquella época hizo que la prensa se volviera loca con la noticia  de que  El Cordobés era novio de Soledad Miranda, pero bueno esta relación pronto se acabó, pero tengo que decir que ella junto con su hermano Armando fueron los padrinos de mi hijo, que recuerdo siempre con mucho cariño y orgullo.

La última vez que trabajó en Sevilla fue en el teatro San Fernando con una compañía en que era ella la figura con su amiga Rosita Ferrer.

No quiero acordarme de lo que pasó luego, pues cuando me acuerdo el malestar me dura muchos días, puesto esto fue muy fuerte para mí.

Quiero recordar lo que le pasó a ella  y que está en Portugal, también  recuerdo a Pedro que fue su primera pareja de baile como he comentado anteriormente, que fue una grandísima persona y gran amigo mío, que esta a mi lado en la fotografía, que también tuvo un accidente, y tiene en el cementerio de Sevilla un mausoleo con la figura de un bailaor de tamaño natural, igual que él. Pero Sole consiguió su sueño también la de ser artista de cine.

Como último solo puedo decir que con Soledad Miranda no se hizo justicia, lo digo porque no aguanto más, su familia tocaron a muchos para traerse su cuerpo a España y le cerraron todas las puertas, En cualquier accidente como montaña, marítimo, aviación etc. se moliviza a todo un país, pero ese cuerpo descansa en España, pero el de Soledad no. Ni Sevilla  respondió, ni intentó ayudar en este caso tan desesperado para su familia, porque los medios económicos no eran los adecuados para poder hacerlo. 

Ahora se le ha hecho este homenaje y me he alegrado bastante, que me han dicho que ha salido muy bonito,  que ha salido a la luz lo que llevaba dentro esta gran artista, que murió muy joven, que no pudo terminar su carrera como ella lo llevaba en su cabeza, pero creo que aunque Sevilla le puso una calle, cosa que me llenó de orgullo cuando me enteré, pienso desde mi humilde opinión que todavía creo que en Sevilla y Triana tenia que hacerle algo más para recordarla, que era Soledad Miranda, que tiene a muchas personas que la recuerdan en cualquier país del mundo, pero sobre todo porque ella era andaluza, sevillana, trianera y sobre todo española y se lo merece todo en nuestra tierra.

Por último mandarles un abrazo a todos su hermanos con todo mi cariño, que si leen lo que he escrito y no le parece bien, me llamen en cualquier momento, que siempre respetare todo lo que me digan.

miércoles, 3 de junio de 2015

Ya no hago el Camino



Ya no hago el camino, no puedo acompañarte,  ni tampoco llegar hasta tu reja, no veo salir el Simpecado de mi Hermandad, de Triana, ni siquiera caminar por el Altozano, ni sentir el latido de mi corazón al pisar un viejo adoquín de Castilla, ni llorar de emoción hasta llegar a tu ermita, Rocío.

Ya no puedo esperarlo en Castilleja, ni hacer la paraita en Bollullos que así el camino se hacía más corto, tampoco disfrutaré con esa llegada a la Hacienda de Marlos y dentro, pararme en mi verea de los pimientos. ¡Qué de recuerdos bonitos me trae mi verea! Como recuerdo cuando la creamos un grupo de amigos míos, que la hicimos para que los romeros que pasaran por este camino, se pararan a tomar una copa de vino y se comieran un pimiento frito. ¡Cómo disfrutábamos todos los años! Con que poca cosa se hace feliz a un Romero que va a verte a tu ermita.

Todas estas vivencias quedan en el recuerdo ¡Claro que si! No me voy a acordar, si eso, a un rociero por muy malo que este, no se le puede olvidar. Pero me queda el consuelo, como otros años, que un hijo mío me tiene prometido que me va a llevar hasta tu reja, seguro que tu Rocío me echarás esa sonrisa de amor que me tienes acostumbrado, que mis lágrimas no caerán en el suelo para no mancharte tu ermita, solo quiero volver a verte,  que me digas con la mirada ¡vete tranquilo Pepe! volverás el año que viene como te lo dije otros años.

Y como todos los años Juanma gracias, pues quiero que sepas que esta es la mejor medicina que pueda tomar,   con  la alegría que vuelvo a mi casa después de visitar a mi Virgen del Rocío, que a ella la tengo siempre que tu me quieras llevar a verla, ya en nuestra casa tengo a su hermana la Virgen de la Salud de tú Hermandad de San Gonzalo, que es la que me cuida y que siempre me acuerdo del milagro que hizo ella con su pañuelito. Por supuesto también tengo a mi compañera Remedios, que me acompaña en el día a día y podemos disfrutar gracias a Dios de no perdernos nada de lo que emiten del Rocío.

Este año escuchando la misa no me puede aguantar y me puse el sombrero, mi vieja medalla de Triana y la de la Hermandad Matriz de Almonte y no faltó contestar a esos olés y plegarías  que escuché,  parecía que estaba cerca de ella.

¡Viva mi Virgen del Rocío!