martes, 26 de febrero de 2013

Mi barrio de Triana

JUAN DE TRIANA- EL PINO- REINA - MANOLITO RUBIO


VELADA DE TRIANA

GRUPO DE TRIANEROS
 
                                        JUAN DE TRIANA- RAFAEL ZAPATERO - EL POTAJE - QUINI BAEZ
EL PÁJARO- MANOLITO RUBIO- NICOLÁS- FOTOGRAFO
EL EJÍA- EL PINO - EL BOCA    
                                              

De Triana suelo escuchar a unos y otros, lo que se habla bien y los que hablan y escriben mal de mi barrio. Yo desde luego no le veo ninguna falta, y si la tiene no me doy por enterado porque es mi barrio. Cuando paso el puente de Triana o de San Telmo, ¡yo cambio!  No sé ni andar por sitio diferente. Por eso procuro salir lo menos posible, ¡y que no diga nadie que soy un exagerado porque la Virgen del Rocío le puede castigar!
 
Algunas veces escucho decir: ¡en Triana por donde vayas no hay nada más que negocio de bebidas! Y yo digo que siempre los ha tenido aunque eran diferentes. Siempre hemos tenido bares, bodegas, cafetería y tascas "con mucho ángel". ¿Qué hay de aquellos carteles que decían?  "prohibido el cante" y todo el mundo cantaba. "Hoy no se fía" y le fiaban a todos, también el que no sabía leer y decía en voz alta porque lo sabía de memoria y decía ¡es que ya sé leer!
 
Recuerdo que yo cuando vivía en el Puerto Camaronero  allí entre otros estaba el bar Manteca, bar Albertito, bar "El Baúl" esquina a la calle Diana que también se llamaba el "Montepirolo", pues en esa esquina tomando el sol y sentado en una silla baja estaba muchas veces "La Perla de Triana", que era la madre de Eugenio "El Perlo", y esa pedazo de cantaora que está en la historia del flamenco se merecía que la calle Diana llevará su nombre por mérito propio. 
 
En esa casa había muy buenos artistas como El Jarrillo, La Perlita, José Tragapanes, La Carmelilla y muchos más. No olvido nunca a mi amigo Cristóbal que vendía las ristras de ajos.
 
En la misma cera otro bar que creo que se llamaba el dueño Manolo y después venía Villatroya. Pues entre el Baúl y Villatroya cuando venía Gitanillo de Triana de Madrid, daba siempre muchas fiestas y recuerdo que siempre reunía siendo chiquillo a Rafael El Negro, al Tumba, Curro Vélez y algunos más que cuando se daban una vuelta por bulerías eran "Ángeles de Triana".
 
Y vamos a seguir con los negocios de vino. Yo me fui a vivir a la Cava al Corral de los Carabineros, una casa que tenía tres patios y allí trabajaban en el mismo patio: gorreras, carpinteros, sastre, relojeros etc. Y había un orfeón que tocaban, guitarras y bandurria. Junto a mi piso en la primera planta vivía la madre del Culata. En la acera de enfrente estaba la bodega Rafael ¡como recuerdo  las medias botellas de agua de carabaña de vino blanco! Y al lado de mi casa la "Ladrillera" y hasta San Jacinto había 3 ó 4 más.
 
De allí me fui a vivir a la calle Alfarería. Allí nos reuníamos un grupo de amigos aficionados al flamenco. Unos cantaban y otros escuchábamos ¡qué tan difícil era escuchar cómo cantar!. Yo recuerdo que tenía un amigo de mi edad que no he vuelto más a saber de él, se llamaba Rafael y era botones del Sport en calle Tetuán y cantaba la "soleá de Triana" y la de "Alcalá" muy bien. Recuerdo también un día de reunir a los tres hermanos del Tune, Manolo, Rafael y Pepe ¡qué era el que mejor lo hacía de los tres,  tocaba to los palos! Aunque a  los otros que cantaban fandango había que escucharlos. Allí estaba el bar El Cateto, bar El Zapato, bar Macetas, bar Alfarería, bar el 41, casa Segundo y alguno más.  Recuerdo que este grupo no salíamos de la calle, ¡pero los domingos sí!, nos íbamos al Altozano a limpiarnos los zapatos en la barandilla de la plaza. Allí cerca había bares si andábamos por Betis: Puesto de las Flores, La Cucaña, bar Puerto, Primera del Puente y el domingo era costumbre por la noche pasear por la calle Pureza. Empezábamos en el Altozano hasta la calle Troya y vuelta para atrás. Así toda la noche y claro copita en Casa Aurelio, Agustín, Santa Ana, La Cabaña, Mi Revuelta, bar Altozano y otros bares, bodeguita,  tascas y en muchas despachaban bebidas y esto en toda Triana.
 
Me gustaría deciros que en Triana todo es diferente:
Es diferente el color Del cielo.
Es diferente el aire que se respira.
Es diferente el olor a azahar.
Es diferente el calor de la gente. 
Es diferente la velá de Triana.
Es diferente la belleza de las mujeres.
Es diferente la forma de andar de las cofradías que tienen un sello propio.
Es diferente la Hermandad del Rocío de Triana que cuando sale o entra del camino y llega al Rocío es el mejor espectáculo que pueden ver unos ojos humanos.

Yo muero con mi barrio que es Triana, hablar de ella siempre sabe a poco, que lo digan los que tuvieron que emigrar al extranjero, los que se fueron a otros sitios de España por cualquier motivo y sobre todos a los que se llevaron a la fuerza después de echarles la casa abajo.
 
Tiraron muchos patios y corrales tan bonitos como eran. Y algunos que por su edad o por enfermedad no quieren salir de Triana (como yo por ejemplo) hasta que se mueran porque saben que irán al cielo por ser Trianeros y porque el cielo es un barrio de Triana.
 
En Triana nacieron muchos toreros, bailaores, cantaores, guitarristas, gente de la copla, teatro, artistas de cine, pintores, ceramista y muchos artistas de todos los palos, sin dejar nunca de olvidarme de mis cuadrillas de costaleros que fueron y son verdaderos artistas.
        

martes, 19 de febrero de 2013

Mi puesto del Jueves calle Feria


Trabajando en el Patio Andaluz, como en invierno aflojaba el trabajo un  poco y yo me dedicaba a las antigüedades, pues decidí comprar un puesto en “El Jueves” y aquello se convirtió en un punto de reunión para muchos artistas y por supuesto amigos.
 
Esto me obligó a comprar el puesto que estaba al lado del mío y lo llevaba en sociedad con Paco Leal ¡un gran guitarrista!.  En un puesto ponía el género y en el otro puesto lo ocupaban todos los amigos ¡que por cierto alguno ya sabían los precios de memoria! Y me ayudaban a vender.

Ántes el Jueves era todo el día (mañana y tarde) y teníamos que comer allí y tomar unas copas. Recuerdo que un día le dije a Juan (mi jefe del Patio)  ¡quédate aquí al cuidado del negocio Juan y si puedes me vendes algo! Yo me fui a por comida al Callejón Regina que había una freiduría y un bacalao frito “mu bueno”,  cuando regresé me encontré que había vendido unas pocas cosas, recuerdo que  cuando hice la cuenta de lo vendido le había ganado un dineral y esto termino con unas palmas de los amigos que habían llegado, ¡¡¡como era natural nos tomamos una copa y comimos el bacalao frito!!!.
Y cosa como están ocurrían ¡y muchas más! todos los jueves y que a lo largo del blog iré contando algunas.
 
Y para terminar mi puesto era mi salvación en el invierno y termino diciendo: ¡que viva mi puesto!

martes, 12 de febrero de 2013

La verea de los pimientos



 
Con un  recuerdo muy grande y  entre lágrimas  escribo para este grupo de amigos, para los que ya no están y los que quedamos, todo lo hicimos por la “Amistad” y por el amor a la Virgen del Rocío.
Éramos una reunión de amigos y acordamos de ir acompañando a la Hermandad de Triana hasta la parada de Marlo, siempre nos quedábamos en una vereda antes de donde paraba la Hermandad.
¿Por qué se llamó la verea de los pimientos? Pues muy sencillo, porque un año nos fue la cosa a todos muy mal y no pensamos de ir, pero se acercaba el día y no podíamos aguantar más. Con tal buena fortuna que se me ocurrió la idea de ir con poco gasto. Y hicimos el camino con una @ de vino, un perol, una lata de aceite, un saco de pimientos y mucho pan. Acordamos entre todos  que todos los rocieros que pasarán por la vereda se comerían un pimiento frito y una copa de vino. ¡Nosotros con la bebida a media sin pasarnos! .
Salió tan bonito el detalle que todos los años lo hacíamos de la misma manera. Recuerdo que un día invitamos a un rociero que era médico, escritor y poeta (creo que venía de Cartagena), pues este señor habló de la “verea de los pimientos” en un libro que escribió. También se escribieron alguna que otra sevillanas.
¡¡¡Por esta vereda el arte no tenia limites!!!. Pasaron muchos artistas, rocieros y amigos todos los años. Siempre comieron un pimiento frito como estaba mandado. Algunos de ellos llegaron a decir que ese pimiento traía suerte para el camino.
Viva la verea de los pimientos, viva la Hermandad de Triana y viva la Virgen del Rocío.

Jesús Heredia


De mi amigo Jesús puedo decir que es un gran artista, un luchador y estudioso del Cante, para él no termina nunca el flamenco.
 
Recuerdo un día hablando de él con D. Antonio Reina (que es un señor del flamenco). Yo le contaba que por el Patio pasaban muchas cofradías y en ese momento llego un señor que lo saludó y se quedó escuchando. Le comentaba a D. Antonio la anécdota que me había pasado:  una noche pasaba una cofradía de recogida y Jesús miro al paso y yo le dije: ¿ porque no le cantas algo Jesús?. Yo creí que no lo haría porque sabía que estaba cansado  y porque cantaba mucho a todas las hermandades, pero me dijo: ¡pues te la de dedico a ti Pepe! Se puso en medio de la calle y le canto como el sabía.
 
 Pero este señor que escuchaba no se le ocurrió otra cosa que criticarlo en la conversación que manteníamos y  decir:  ¡¡bueno ese es capaz de cantar encima de una piedra pero mal!! (con mucho desprecio), yo mire a Don Antonio y vi que no le había gustado mucho,  pero se calló porque era un caballero y sé que era amigo de Jesús, ¡pero yo no pude callarme! y le dije:
 
¿Oiga Ud. es de Córdoba? y me dijo: pues sí, y le volví a decir: ¡¡pues ustedes en Córdoba le dieron premio nacional del cante!!  El tío porque de señor tenía poco se quedó sin habla. Y ahora le voy a decir algo más:  Jesús todas las noches de la Semana Santa  le cantaba a todas las cofradías a la entrada de la calle Sierpes y también en el palquillo de San Francisco y siempre contratado. Y  le voy a decir más, terminaba de cantarle a las cofradías y se iba corriendo porque tenía que cantar a todo un cuadro flamenco ¡y lo hacía dos veces en la noche!.  Y le voy a decir más cuando terminaba en el Patio Andaluz y cantaba la última saeta a las cofradías, se marchaba deprisa porque tenía que trabajar de panadero y esto lo hacía para mantener a su familia., Así que te digo buen hombre en mal sitio has puesto la hera. Este hombre se fue y recuerdo que D. Antonio Reyes me dio la mano y me dijo: le has dicho la verdad Pepe gracias.
 
Recuerdo que Jesús me regalo un disco de él y que se lo dedico a mi señora que a ella le gusta mucho su cante.
 
Y ya solo me queda decir de este gran amigo y caballero del cante, ¡que se merece mucho más!. Y yo desde este humilde blog te mando un abrazo.

domingo, 10 de febrero de 2013

El Niño Segundo

Yo vivía en la calle Alfarería, en esa calle tenía su  padre el Bar Segundo, que por cierto siempre me acordaré como ponía las cabrillas.  Pues allí me reunía con él muchas veces.
 
Él se fue con Antonio “El Bailarín” en su compañía y tuvo mucho éxito. Después  se casó en América, pero todos los años venía a Sevilla y trabajaba conmigo en el Patio. 
Recuerdo una madrugada de regreso a Triana que en el puente se paró y me dijo:  ¡mirá Pepe con este momento he soñado yo muchas veces! Y le dio un beso a la baranda del puente y empezó a cantar la Soleá de Triana (que erá un palo que dominaba muy bien). Y cantó  que no había quien lo parara y cada vez mejor, estaba muy a gusto. A esa hora pasaban muchos Trianeros que iban a su trabajo y se paraban a escuchar,  ¡no  vi más gente en el puente en mi vida!  Los olés y las palmas hacían temblar el puente… solo faltó que  lo llevarán a su casa a hombros. Después se marchó a América y no volvió más. 
Cuando me dieron la mala noticia se me venía a la memoria por lo buen cantaor y gran amigo mío que ha sido. Siempre te recordaré Pepe con mucho cariño.
No pongo foto de Pepe, porque un listo me la pidió prestada y no hizo lo que tenía que hacer.

lunes, 4 de febrero de 2013

Cristina Hoyos

Cristina Hoyos - Rocio 97 en Bormujos.

De Cristina lo primero que os puedo decir que nadie le ha regalado nada, que ha llegado donde está porque se lo ha ganado a pulso.
Cristina todos los días repasaba su programa, lo que tenía que hacer. Por la noche trabajaba, de día ensayando y nunca descansaba. ¡Por supuesto que ha tenido su premio! Pues eso que tú has hecho lo hacen pocas artistas y por eso siempre te consideraré una bailaora completa.
 
Yo también me acordaré de un detalle que tuviste conmigo un día de la salida de la Carreta de Triana, en la parada que hacíamos  en Bormujos. Hacía mucho tiempo que no te veía, tú ibas con tu marido, yo me quedé un poco cortado pero te dije ¡te puedo tirar una foto! Me dijiste si claro  ¡pero tú no eres Pepe el del Patio! Y me saludaste. Yo pensaba que como hacía tanto tiempo  no me recordarías. Ésta foto es la que te hice en ese momento  y te vuelvo a dar las gracias.

Correo electrónico

Buenas noches,  por  descuido no he puesto el correo electrónico.


Gracias a todos los que visitáis mi página y encantado si puedo ayudarles con algo de lo publicado.
 
Perdonarme si tardo en contestar vuestros comentarios, pero no estoy muy introducido en este mundo de la informática y tengo que acudir a mi hijo para que me ayude.

sábado, 2 de febrero de 2013

ANTONIO MONTOYA "FARRUCO"

Antonio Montoya "El Farruco"
Pepe Pinto
                                          Chocolate, Curro Romero, Farruco y banderillero.
 
 
No hace falta hablar ni escribir mucho de él, yo solo digo que ha sido el mejor bailaor del mundo y creo que no nacerá otro igual.

Lo conocí en el Guajiro, él tenía 15 años, después en el Patio Andaluz y recuerdo que se reunía siempre en mi puesto de la calle Feria y charlábamos de nuestras cosas.
 
Tengó una anécdota que no sé me  olvida nunca. Estabá en el Patio  bailando el Farruco, cuando terminá  una turista le tiró a la pista un collar y una pulsera de piedra de bisutería,  ¡pero era muy bonita la pulsera y el collar! Él me llamó y dice: ¡Pepe vendeló pues necesito dinero! Yo le pregunto: ¿en cuánto te lo vendo? Y me dicé: ¡haber sí me sacas 1.000 pesetas! Salgo a la calle y veó en la puerta a Pepe Pinto que está sentado en una mesa con Pastora Pavón (su mujer), yo sé que a ella le gustaba estas cosas y sé la vendo en 1000 ptas. Pastora me díce ¿cuánto te ganas Pepe?  y le digo: nada. Entonces Pepe Pinto  me díce: ¡pues yo te voy a hacer un regalo! Me regaló una foto que por detrás me regalaba una participación de un décimo de lotería con la firma de él. Mé toco el reintegro pero no la cobré para conservar la foto de recuerdo.
Gracias a ti Farruco la conservo.