martes, 24 de marzo de 2015

De la casa del cofrade sale "esto"






Tiempo de Cuaresma y como disfrutamos una familia de cofrades en esta bendita tierra nuestra.

Por una parte un abuelo y su hijo hermanos nazarenos, por otra el abuelo hermano costalero, las abuelas hermanas, su hijo hermano costalero, su hija hermana de la Hermandad, por otro lado sus primos hermanos costaleros, vamos que en esta familia no se libra nadie. Mantienen su fe y el fervor a través de nuestras Hermandades sevillanas.

Voy a contar la historia de mi sobrino nieto Julián, que es digna de reconocimiento por tener tanto arte y ser tan maravilloso desde que nació.

 De momento nace un niño por el Bautismo se llama Julián, desde que está en su cuna ya es un cofrade más, se baja de la cuna y ya comienza a hacer algo relacionado con las cofradías. Cuando cumple un año ya quiere ser costalero, más tarde capataz. Él ya es del Cristo de las Tres Caídas, ya no se le puede decir nada malo de su Hermandad. Van pasando los años y su juego es  la Semana Santa, sale con su Hermandad de monaguillo, se divierte mucho en el patio de su casa ¡pero él solo! no necesita a nadie. Un día es costalero, otro Nazareno, se sabe la salve, cantos y oraciones de su Hermandad. Bueno lo sabe todo menos la saeta, que esa se la canto yo, aunque el me dice: te quieres callar, pero no le hago caso, porque yo quiero hacer aquí algo. Hay día que me llama a mi puerta y le abro, llega con su paso y hace su música, no faltan las voces del capataz, ni el himno nacional. Tampoco el "ahí quedó" ó  el "A esta es". Pide un poco de agua y hace pipí, me dice que le habrá la puerta, el paso sale, canta la salve marinera, ánimos para los costaleros y se lleva por el patio el tiempo que el quiere, si los vecinos quieren dormir que duerman, pero cuando pase la Cofradía. Que no le hablen de cosas de su Hermandad porque él lo sabe todo. Julián hace estás "cositas" en cualquier día del año, en feria, en la playa, en el colegio, pero cuando se acerca la Semana Santa, esto se convierte en una locura.

Pero todo esto le echo las culpas a sus padres, porque lo pasan bomba con las cosas de Julián, también a sus dos abuelos, cada uno lo tiran para para sus cofradías, aparte que uno es del Betis y el otro del Sevilla y a sus abuelas también. Julián ahora tiene siete añitos y ya lo llevan hasta  limpiar la cola del Caballo ¡como disfruta arriba del paso, lo limpia todo y atornilla donde su abuelo hace el recorrido de Penitencia. Ah se me olvidaba también sus tías Rosario y Carmen, que son desde que nacieron de la Esperanza de Triana, se que nunca me perdonarían que yo no me acordara de ellas, con lo que ellas quieren al niño Julián. Yo vivo en un patio de Triana, que en el bajo la familia tenemos tres pisos. Julián sale de su piso con su música, hace una parada en el piso de su bisabuela Carmen, luego viene a mi piso ¡qué el piensa que es la Catedral! Porque aquí bebe agua y hace pipí. Hace poco le dije que esto tenía que pagarlo y al otro día me dice: voy al pipí, se saco una moneda y me dijo: te cobra lo de hoy y lo de ayer.

Julián pronto no estará solo si Dios quiere, pues cuando su hermanito llegue ya por el patio tendremos dos pasos. A nosotros la familia nos viene bien, porque ya no podemos salir a la calle a ver las cofradías, al menos disfrutaremos de ver a nuestros niños disfrutando de nuestra Semana Santa.

Cuando llega la Semana Santa, ni en mi casa ni en el patio falta el olor a incienso, con esto y las cosas de nuestro niño Julián nos conformamos, lo que no se como se la van a arreglar sus abuelos para llevarlo  a los dos al hombro.

Les digo a los abuelos que  cuando llegue el nuevo cofrade que no le hablen nada de la Hermandad, de eso ya se encargara nuestro Julián,  que sabemos que es el Hermano Mayor. 

Con mucho cariño he disfrutado escribiendo este pequeño escrito de mi pequeño Julián, en la que seguro nuestras tradiciones y costumbres, estarán aseguradas de generación en generación. 

miércoles, 4 de marzo de 2015

A la guitarra



Las personas cuando le viene un golpe de tos, se le mueven todo el diafragma de su cuerpo. Pues eso le pasa al “cantaor” de flamenco. El aficionado se pregunta ¿por qué mueve la mano, los dedos o las piernas? Mueve cada centímetro de su cuerpo, no solo canta con la garganta, sale su voz, mueve los brazos,  las manos y también los dedos, piernas o pies, la cabeza, los ojos, sus labios, sus pulmones y el corazón. Esto dura desde el tiempo que empieza hasta que termina, a esto hay unir cada derroche de sentimiento que tiene un "cantaor".

Cantar es muy difícil, pero les digo a los aficionados al cante, que si el cante es difícil, también es difícil escucharlo, en una palabra saber escuchar. Por eso le digo a los aficionados, que al artista de flamenco hay que tenerle una gran consideración, sea muy bueno o regular, porque solo con presentarse en un escenario ya merecen el respeto de todos. El artista nace artista pero se tiene que hacer, que no se crea que lo sabe todo, porque siempre  tiene que seguir estudiando. Hay muchos y buenos "cantaores" que siguen estudiando, porque nunca se termina y los buenos flamencos  han dejado una huella muy grande para eso mismo,  para que sigan aprendiendo.

La guitarra, es un punto y aparte. El hombre que roza con su mano una guitarra y le  gusta, ya no la suelta nunca. Se hacen viejos y no se puede contar las horas de estudios y ensayos que un profesional le dedica a su guitarra, que nunca la puede guardar y olvidarse de ella.

Hay buenos flamencos que no tienen su día por lo que sea, cuando vienen los fallos se quedan mirando a su acompañante, digo al guitarrista y lo hacen muchas veces culpable de su fallo. Esto lo han hecho muchos artistas, aunque esto se acabó cuando salieron un "manojito" de buenos “tocaores”. Que el buen aficionado lo mismo escucha el cante que el toque. Porque el tocaor es un esclavo de su guitarra, estudia y ensaya porque tiene que tener su técnica y siempre quiere mejorarla.

Por todo lo que he dicho y lo que representan,  quiero dedicarles este pequeño detalle a todos ellos. A todos los guitarristas del flamenco y lo digo con mi corazón.