jueves, 24 de enero de 2013

Bailaor "El Limones"

En una mala época en la que el flamenco estaba pasando un bache y no había mucho trabajo, recuerdo que en El Patio había alguna que otra fiesta que se daban en el piso de arriba. Muchas de ella la organicé yo y era la salvación de muchos artistas porque el sueldo que se ganaba era muy poco.
Una noche conseguí  meter en dos fiestas al Chano Lobato, que fue de los amigos grandes que yo tuve en el flamenco. Normalmente yo me metía como un artista más y esa noche acordé con el Chano ir a Triana a tomar unas copas, al pasar por la plaza había en la puerta una persona consolando a un muchacho que lloraba. El Chano le pregunto ¿qué te pasa? Y le dijo el muchacho: yo vendo limones y los guardias me  han quitado la caja y yo necesito dinero en casa. Yo le digo: ¿Cuánto valen los limones? Y me comenta el muchacho: 10 duros. El Chano que tenía un corazón de oro dice: toma los 10 duros, pero no vendas más porque ya te conocen los guardias, ¡Y nos dice! No sé hacer otra cosa que vender y bailar y hay muy poco trabajo, ¡y yo que soy nuevo menos!. Nos comenta el muchacho:  me llamo José Ramírez “El Marino” vengo de Sanlúcar de Barrameda, Allí para mí no hay faena. El Chano y yo no los llevamos e hicimos una fiesta en Triana. “El Marino” bailó y lo bautizamos con el nombre “El limones”. Yo me convertí en su representante, pero nunca cobré  una peseta. Esa misma noche debutó en el Patio Andaluz y le dejé una chaquetilla corta porque no tenía ropa.  José Ramírez “El Limones" estuvó en El Patio Andaluz hasta que se cerró.

En la foto señalo a El Limones con la +.

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