Yo le había
dicho a la familia que no iba a escribir más de Semana Santa para mi blog de
Pepe Huesca, pero después del día Lunes Santos tan intranquilo que he pasado me
quería tranquilizar, me levanté muy temprano cogí el lápiz y la libreta y con
esta tranquilidad que nadie me molestaba empecé a recordar y el lápiz parecía
que escribía solo y parece que me decía escribe Pepe.
Todo comenzó
ayer lunes Santos, yo y mi mujer sentados viendo la televisión la Semana Santa,
llegó el paso Cristo de San Gonzalo. Remedios que es mi mujer y madre de mis
hijos no se pudo aguantar y rompió el silencio ¡ay Dios mío que abajo del paso
va mi Juanma, que no llueva y que no le pase nada hasta su regreso que lo hace
con mucha Fe!
Todo paso y de
nuevo el silencio ente los dos, pero llego el paso de la Virgen de Salud ¡si
bonito fue lo que hicieron los costaleros del Cristo que puso a toda la Campana
de pie! Cuando llego la Virgen de la Salud en ese silencio y como la
mecían esos costaleros eso no se puede contar ¡eso hay que verlo! El
silencio en mi casa se rompió con la voz de Remedios diciendo: Pepe mírala bien
que a ella le debemos que estemos los dos juntos viéndola y que yo no este
sola. ¡Si a ella y a ese pañuelito que lleva en sus manos! Yo de momento no
sabía lo que hacer si hablar, rezar o cantarle una saeta. Todo se me vino a la
cabeza, pero hablar no podía porque en ese momento parece que me había quedado
mudo y cantar una saeta no porque yo la saeta solo ser escucharla, entonces
dije una oración a mi manera casi sin menear los labios y las lágrimas me la
trague o se unió con la que a Remedios que le caía por su cara. Esto fue un
momento que siempre recordare.
Ahora que voy
recordando todo lo pasado y las que me contaron mis hijos, nietos y toda mi
familia, pues yo llegue a la residencia sin enterarme porque iba muy mal, se
reunieron los médicos y acordaron hablar con la familia. Llego el momento más
malo para ellos todos abrazándose llorando, pues el medico dijo que no había
solución, que era cosa de poca horas y que yo había sufrió operaciones graves
y en estos momento al estar a cero de azúcar y no encontrarme el virus que
relativamente estaba muerto. Y aquí empezaron los familiares a organizar los
propio de estos casos, llamar a mi familia de Huelva y muchos nervios, muchas
lágrimas y que no se lo creían lo que me estaba pasando a mí.
Solo esperar
lo peor, de un momento a otro. Pero alguien tuvo un buen momento y se acordó
¡bendita la hora que te acordaste Rafael! Que es un gran amigo de mi Juanma y
también costalero. Me trajo el pañuelo que lleva entre sus manos la Virgen de
la Salud. Me lo pasaron por la cara, por la boca, por los ojos y me taparon la
cara con él. Al poco me llevaron a otro sitio porque allí poco se podía hacer.
Pero la mañana siguiente empecé a reaccionar y llegaron los médicos y empezaron
a trabajar. Al poco llamaron a la familia y le dijeron que la cosa había
cambiado un poco que habían dado con el virus, y parece que se va recuperando
poco a poco. Desde luego los médicos había cosa que no se lo explicaban, yo
empecé a recordar y le pedía que me cambiaran de sitio y me cambiaron y estuve
unos días más. Me dieron el alta y me fui para casa. Recuerdo que me mandaron a
un especialista que cuando me vio dijo: pero bueno esto que estoy leyendo en
los papeles ¿es cierto?, me pregunta ¿Ud. como se ve? Y yo le contesto
pues yo me veo muy bien. El médico se levantó y me abrazo y solo dijo yo no me
lo explico y recuerdo que en el último escrito que me hizo este médico al final
decía “yo me veo muy bien. Yo después de esto que he pasado y aunque tengo una
edad avanzada, estoy un poco mal de todo ¡menos de mi cabeza que es lo que
mejor tengo!
Solo me queda
darle las gracias por todo lo que me han ayudado y que sé que han sufrido por
mi causa. Darle las gracias a Remedios mi mujer que se lo que ha pasado, a mis
hijos, hijos políticos, a mis nietos y a toda mi familia de Huelva, a todos mis
amigos y amigos de mis hijos, a todo el equipo médico que me atendió y a D.
Julio Sepeyo mi médico de cabecera que sigue cuidándome, al médico de una
de las operaciones que me dijo que había sido costalero de la Estrella. A toda
la Hermandad de San Gonzalo y a los costaleros amigos de mi hijo Juanma sobre
todo a ti Rafael por traerme ese pañuelo de la Virgen de la Salud, que mi
corazón me dice que es la que a mí me ha salvado. Que yo la vea con mi Remedios
mucho tiempo pasear por la Campana como saben hacerlo esos costaleros de San
Gonzalo.
Si me olvido
de alguna buena persona que me quiere que me perdone.
Por último a Roberto Jiménez que fuiste
unos de mis mejores amigos, Tú te preocupaste siempre de mi enfermedad y tuve
tú visita cuando más falta me hacía, eso es de buen amigo. Tu Virgen de la
Esperanza de Triana te pondrá en el cielo en mejor sitio ¡porque tú te lo
mereces!.
Hola de nuevo Pepe, esta vez si que me he emocionado al leer esto, pero bueno lo importante para nosotros es, que estas estupendo de salud y para tu familia es lo importante. Un beso para los dos.
ResponderEliminarBonita entrada Pepe. Me has emocionado. Se me han saltado las lágrimas, porque todo eso que cuentas yo ya lo he vivido, y lo has descrito tremendamente bien. Un abrazo y felicidades su blog.
ResponderEliminarBuenas, yo soy Hermano de San Gonzalo y muchísimo más devoto de la Virgen de la Salud que del Soberano Poder... Nunca he faltado un Lunes Santo en 2 años que llevo como hermano. La primera vez que fui a ver la Cofradía, en 2.011, lloré como una magdalena. Al ver salir la Virgen de la Salud (la Reina de Sevilla, para mí) me pude contener, pero cuando le tocaron la Salve, me puse a cantarla. Yo, ahí no era hermano, pero me la sabía. Un nazareno se quedó parando escuchándome y cuando acabó la Salve, éste me dijo: -Toma, una estampita, te lo has ganado. Nada más que el nazareno siguió para delante, me harté de llorar y cada vez que la mecían, más lloraba. En ese año, era el Centro de Atención de la Plaza de San Gonzalo. Son recuerdos que nunca se olvidan. Y por eso, al ver tus palabras, me he emocionado igual, que cuando ví por primera vez a LA VIRGEN MÁS GUAPA DEL MUNDO... ¡¡¡VIVA LA VIRGEN DE LA SALUD!!! (TENGO 12 AÑOS)
ResponderEliminarDespués de escuchar tu comentario y decirme que tiene 12 años esto es lo más bonito que me ha podido pasar en haber escrito mi artículo. Muchas gracias me has demostrado que eres un buen cofrade. ¡¡¡VIVA LA VIRGEN DE LA SALUD!!!
ResponderEliminarDe nada... San Gonzalo, es mi vida...
ResponderEliminarGUAPAAAAA ¡¡¡¡VIVA LA VIRGEN DE LA SALUD!!!!
ResponderEliminarLa Virgen de la Salud sí que tiene rostros diferentes depende de dónde la mires... Siempre tiene una cara distinta... Nunca la misma... Probadlo... Es como la Macarena y la Gioconda... Yo una vez lo probé y era verdad mi teoría... Junto con La Macarena, también se le cambia la cara... ¡¡¡¡Viva la Virgen de la Salud!!!!
ResponderEliminarQue bonito Tito, no sabia esta historia, espero que estes muchos años con nosotros, no quiero perder la vitalidad de los Huesca. Tu sobrina Isabel (HUELVA).
ResponderEliminarMuchas gracias Isabel, intentaré durar muchos años ya que me los ha pedido, pero solo te pido una condición: que de vez en cuando me traiga a tus niños para que lo vea. Un beso para toda mi familia de Huelva que está siempre en mi cabeza.
ResponderEliminar