Existía un quiosco de chucherías en
la calle hoy Esperanza de Triana, que regentaba un veterano cantaor de
flamenco, aunque yo creo que nació en el barrio del Cerro del Águila, vivió
muchos años en Triana, el quiosco lo tenía en esta calle, cerca de la calle
Salado y muy cera de su domicilio.
Este cantaor se llamaba según los
programas de manos “EL NIÑO DEL CERRO” y en otros “VIÑUELA DEL CERRO”, trabajó en muchos espectáculos. Con el que más
estuvo fue con Canaleja de Puerto Real. Ya con una edad avanzada se retiró y
puso el quiosco, hasta su fallecimiento.
Este caso se repitió igual que la
Malena en la Alameda. Este hombre fue amigo mío, era una gran persona, todo lo
que escribo me lo contó él. Tuve el gusto de escucharlo cantar, tengo que decir
que yo no sé cantar, pero si escuchar y le digo a ustedes, que lo que escuche
era flamenco de mucha categoría.
Todos los chiquillos del barrio conocían
a Viñuela, algunos ya mayorcitos se acuerdan, cuando pasan por allí y
dicen: aquí tenía el quiosco Viñuela.
Tengo un recuerdo que veníamos del colegio tres amigos, Viñuela le decía a uno:
¿tú que quieres? yo caramelo y luego le pregunto al otro: chupachup, por
ultimo me dijo a mi ¿qué quieres? Yo le dije que no tenía dinero, y tenía el
detalle de decirme pues toma avellanas que te la regalo. Digo con esto que este
viejo cantaor era un hombre bueno, particularmente cuando paso por el sitio
donde estaba el quiosco, que por cierto suelo pasa todos los días cuando voy
dando un paseo para desayunar en el “Bar de las Torres”. Estando sentado
observando desde la terraza, miro y veo que no está el quiosco y pienso: porque
no escribo algo de esta buena persona, hoy no podía esperar más, te digo
Viñuela que esto va por ti, porque yo sé que tú nos estás viendo desde el cielo
y vas a agradecer contestando con un cante ¡como sabías hacerlo!
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