Me encontré con un gran amigo y le
pregunte ¿a dónde vas tan ligero? Se para y me dice con mucha alegría: ¡Pepe voy
como siempre a los toros, que tú sabes yo nunca falto! Se me queda mirando y me
dice: bueno Pepe a ti no te voy a engañar, tú sabes que yo estaba abonado en la
Maestranza, pero tuve que dejarlo por la crisis. Solo cuando tenía dinero y
toreaba Curro, hacia un sacrificio, pero ya no puedo más, no tengo más remedio
que dejarlo.
¡Bueno del todo no! Porque yo no
quiero darle disgustos a mi gente y le digo que no falto nunca a mi afición.
Pero te voy a contar como lo hago de forma que de verdad hasta yo me creo que
voy a los toros.
Me despido en mi casa con mucha alegría,
mi mujer dice: ¡que tengas un buen día de toros miarma! Yo corro como tú has
visto a la Maestranza. Allí cojo la visera y las propagandas y con esto en la
mano saludo a todos mis amigos de siempre. Veo a las cuadrilla como entran a la plaza,
compro un botellín de agua. Me pongo mi visera y cuando empieza la corrida
acerco el oído lo más cerca que puedo y vivo la corrida como si estuviera en 1ª
fila de barrera. Si sale a hombro algún torero yo lo veo y pregunto a los que
salen como a estado la tarde, vamos que me entero de como a estado la cosa y
salgo pitando para mi casa. Ya te digo que hasta yo llego con mucha ilusión y
mi mujer y las niñas me dicen: Papa por la cara que traes hoy ha estado bien la
cosa, siempre luego les cuento la corrida entera, me preguntan: ¿y Curro? Yo le
digo Curro, Curro coge la muleta y yo me pongo a torear como si yo fuera
Curro y al final a hombros, esto te digo que me tire a la plaza y ayude a
llevarlo a hombros, por eso me ven tan contento. Además os digo que me encontré a
un amigo que me regalo un pase, así que el dinero que no he gastado te lo doy a
ti para la plaza.
¿Qué te parece Pepe? Tú no te lo
crees pero es la pura verdad. Yo tenía que contarle esto a alguien y a quien
mejor que a ti.
Yo le conteste: Pues te digo
Manolo que me lo has contado tan bien, que yo me creía que te estaba
acompañando en la plaza, vamos que solo me faltaba la visera.
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