miércoles, 17 de diciembre de 2014

Ya se acerca la Navidad



Pues sí, ya pronto escucharemos el ruido de la zambomba y su compañera la pandereta, el almirez de bronce y esa botella de anís.

¡Qué pronto hace una familia un grupo musical! Sin ensayos para darle alegría y animar su hogar, que no se pierda esta costumbre tan bonita, porque esta fiesta no es solo para comer, que luego vienen los comentarios: “tú estas fiestas te ha pasao” o “madre mía lo que has hecho con tu cuerpo” y que siempre le echamos  la culpa a los familiares que nos ponen  esos polvorones  de cemento.

En todas las casas que uno visita ponemos lo mismo, fiambre, marisco, ave de corral y la gran bandeja de dulces navideños ¡pero queremos inventar algo nuevo! Que todo engorda mucho.

Permitirme recordar un poco a mi padre, será el tiempo pero me vuelvo melancólico y como fue un gran padre y le gustaba mucho estas fiestas, siempre me acuerdo de él, seguro que estará disfrutando desde el cielo escuchando mis anécdotas. Recuerdo cuando paseábamos por la Encarnación en esos puestos que había  de pavos vivos, cuando le decía al dueño: pésame ese del moco “caío” que yo se lo voy a limpiar, o el pollo del campo, también esa gallina para hacer el puchero para arreglar un poco los cuerpos. Si mamá estaba embarazada, entonces los turroneros vendían el rico turrón en un carro o bandeja, un bloque grande que te cortaban con un hacha lo que tu querías, como me viene a la memoria lo bueno que estaba el turrón de almendra de Alicante

Ya pasaron los tiempos y también los menú, a mí me encantaba ir a Huelva en busca de las gambas blancas y el surtidito de pescado, pero también me casé y cambié de plaza como en los toros, luego me fui a Sanlúcar de Barrameda, en esa plaza de abastos pequeña pero bien surtida, que allí a la entrada a la derecha hay una pescadería que tiene los mejores mariscos y pecados de Sanlúcar. Entre ellos los ricos langostinos y si la cosa esta mala ¡pues entonces la galera! Este puesto no tiene perdida, yo voy de Sevilla a comprar desde hace muchos años y me llama la atención que tiene una lata de pintura de “Las Gotas” de una fábrica sevillana que se llama National Paint, esto que le digo pasa los años y la lata de pinturas siempre está allí. A mí me llamo la atención porque es la pintura que pinto mi hogar, creo que al “pescaero” le traerá suerte o le sirve de santo y seña. Particularmente cuando mando a muchos amigos le recomiendo que se fije en el detalle de la lata, siempre le digo que donde está la lata están los buenos mariscos. Por cierto que este puesto sale mucho en televisión y en mí casa nos reímos y comentamos: Ahí es donde compramos el marisco ¡qué está la lata de pintura de la gota!

En mi casa caso no ha cambiado mucho la tradición, ya por mi edad no me meto en la cocina como quisiera, pero nos reunimos toda la familia incluido la ninfa y porque Dios quiere que no falte nada, siempre se lo he inculcado a mi familia para que  cuando falte algún día sigan con la tradición, que nunca nunca debe faltar. Es un momento inolvidable, tiempo de amor y de paz, por supuesto de melancolía de  mirarnos a los ojos  y recordar con cariño a lo que nos están.

Me acuerdo mucho cuando venían por Triana esos coros de campanilleros. Recuerdo a Los de Bormujos y ese coro aflamencado del barrio Voluntad que dirigía Adolfo El Sevillano, también alguno de chavalillos jóvenes que cantaban por los bares y por los patios de Triana. Ahora es precioso también cuando el centro se llena de coros y siguen manteniendo la tradición por toda Sevilla.

Esta fiesta que es muy familiar y entrañable, aunque a muchas personas no le gusta, bien porque le trae recuerdo de algún familiar o por cualquier otro motivo, yo esto lo respeto porque es verdad, pero yo hoy en día disfruto de ver a los jóvenes de la familia pasarlo bien, que coman de capricho lo que le gustan ¡pero que este bueno! Para que algún día recuerden a sus abuelos cada vez que lleguen estas fiestas.


Por último no todo el mundo va a poder disfrutar de una Navidad como la nuestra. No dejo de recordar a las familias de escasos medios y enfermos de países con pocos recursos. Estamos pasando muchas dificultades económicas y tendrán que conformarse con la ayuda que le va a llegar, esta es una bonita época para pensar en ellos, no acordarse solo en Navidad, sino todo el año para que algún día podamos felices todos juntos disfrutar del nacimiento del Niño Dios.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Camino de Santiago







Cuatro trianeros, una trianera y un macareno ¡qué grupo con más calidad! Representado a Sevilla para hacer el Camino hasta Santiago, para arrodillarse ante su Santo Patrón, caminando un promedio de 25 kilómetros diarios.
 
Quiero que ustedes sepan, que este grupo de seis amigos, no son seis realmente, porque  hemos sido siete. Lo he tenido a todos en el pensamiento y como el pensamiento es libre, esto no me lo quita a mi nadie, y entre el pensamiento y el sueño diario he hecho el camino con ustedes. He tenido esos momentos de alegría disfrutándolo como ustedes.
 
Sé que algunos habéis  sentido el cansancio,  pero yo  también por mi edad y por mi salud y he sentido el dolor en mis piernas, pero he estado muy a gusto en el Camino, porque todos me habéis dado muchos ánimos.
 
Tengo que deciros que yo soy novato como Rafa, pero no sé si lo haré otra vez, pero tu Rafa de seguro que lo vas a repetir, porque  por el Camino te miro a la cara y veo que esto por ser la primera vez te ha llegado al corazón. Yo he escuchado cantar a Enrique en algunos momentos y le digo que de eso sé un poco, que a mí me ha dado ganas de cantar algo para animar esta bonita reunión de amigos, pero con lo que tú has cantado me conformo, por eso te digo: ¡gracias Enrique!
 
En este grupo nadie se ha quejado de nada ¡yo si Juanma! Porque un día no me llamaste por teléfono y me párese que me había perdido por el camino.
 
A la hora de descansar nadie roncaba ¡qué maravilla!, solo Fernando alguna vez, pero eso se unía a esos momentos de bromas y alegrías que no han faltado en ningún momento y era la hora de los chistes, para que nadie perdiera la sonrisa.
 
Yo creí que alguien sería el más comilón, pero aquí todos comían por igual, yo aquí he comido un poco más que de costumbre, porque a mí me pesaba un poco el Camino y no quería estar débil y no ser un peso para ustedes. El Camino ha sido todo bueno desde que llegamos a La Coruña y desde La Coruña a Ferrol, luego caminando a Pontedeume, Betanzos, Brumas, Sigüeiro y como final Santiago. Allí con la alegría de esa entrada a la Catedral y ver la cara de recibir al Santo Apóstol Santiago, con  ese amor merecía la pena de volver otro año ¡y lo que se pueda más! porque en verdad es una satisfacción que no se puede contar. Creo que estos amigos que son costaleros y cofrades de Sevilla, a ellos no le faltaba las ganas de echarse a hombro al Apóstol Santiago y darle una vuelta por esa Plaza del Obradoiro tan conocida, como si estuviera en su Hermandad en Sevilla. Quiero decirlo a todos: Enrique, Fernando, Rafa, Juanma, Manolito y Araceli su señora, que  todos  tienen que estar orgulloso de ella, porque hay que ser una mujer muy valiente para hacer el Camino.
 
Quiero que sepáis que yo le he rezado a todas las Hermandades de mi barrio,  también a la que está en San Gil, igual que le he rezado a mi Virgen del Rocío y a mi Virgen de la Salud que fue la que me arropo en los momentos que me faltaban las fuerzas,  que me sigue dando fuerzas para escribir este humilde articulo para ustedes. Os digo que me creo de verdad que he hecho el camino con este grupo de muy buenos amigos, que ya piensa en el próximo año en volver a hacerlo.
 
Por último digo que ha sido muy bonito el Camino, pero después de pasar por esos pueblos gallegos con tanta fama de buen marisco, ni soñando he chupado ni el bigote de una gamba, pero he sido muy feliz escribiéndolo.
 
El último día no ha llovido mucho, ustedes se quedan hasta el lunes, pero yo me voy a Triana, que mi mujer se ha quedado muchos días sola. 
 

sábado, 29 de noviembre de 2014

El Puente de Triana para mí tiene duende




Cuando yo estaba un poco lejano de Triana y tenía muy poca edad, yo pensaba ¿porqué no me llevan a mí a Triana? Si yo he nació en ese barrio, ¡Soñaba con Triana! que paseaba por el Puente de día y de noche y que escuchaba de madrugada un cante que yo no conocía. Un día lo escuche en el viejo radio de mi casa, donde mi familia escuchaba a "La Pirenaica", pues le dije a mi padre: ¿qué cante es papá? Y me contesto: esto es la soleá de Triana. Le dije: ¿papá a ti te gusta este cante? ¿Tú lo has escuchado muchas veces? A lo que me contestó: si hijo a mí me gusta más que ninguno, siempre escuche en Triana a muchos amigos míos entre ellos al Sordillo de Triana, lo último me lo dijo con un poco de pena. Entonces yo le dije ¿sabes una cosa papá? Que cuando soñé con el puente y que escuche un cante, pues este era el que yo he escuchado en sueños, ese que tú dices que se llama la soleá de Triana. Mi padre me miro y me dijo: ¡tú estás loco y a mí me vas a poner igual!

Otro día me levante de la cama con un dolor en una pierna, mi madre me dice ¿qué te pasa en la pierna? Le tuve que contestar la verdad: anoche fui a pasar el Puente de Triana y trómpese. Mi madre me dice eso no puede ser hijo, estamos muy lejos del puente, tú lo has soñado y le dije a mi madre: si mama seguro, pero yo sueño que parece de verdad. Cuando llego mi padre, mi madre se lo contó todo y mi padre le dice a mi madre muy serio: esto hay que arreglarlo, porque si no a este niño le va a costar una enfermedad. El domingo saco los billetes y llevo al niño a Sevilla.

Y así lo hizo me llevo a Triana, mi padre se quedó frío cuando le dije: mira papá aquí fue donde trómpese, ese es el puesto de la flores, esa es la calle Betis y cuando pasemos el puente estamos en Sevilla, cuando llegamos a la mitad del Puente le dije: aquí me he parado yo muchas veces, aquí escuche el cante que tú dice que se llama soleá de Triana y sabes papá a mí me emociona mucho ese cante. Mi padre se quedó mirándome y me dice: mira hijo te gusta la soleá de Triana bien, no me diga que aquí tropezaste que esa es la calle Betis y que cuando pasemos el puente estamos en Sevilla porque es que me va a dar algo.

Bueno te voy a llevar a la calle donde naciste que está cerca de aquí, salimos del puente, no sin yo antes darle un gran abrazo a la baranda de mi puente. Mi padre me dice está es la calle San Jorge y en esta casa naciste tú, yo le dije muy emocionado ¡muchas gracias papá! Le di unos besos y le dije: ¡me has hecho muy feliz papá! este día no lo olvidare nunca.

Nos tuvimos que ir muy deprisa porque perdíamos el tren para Cádiz, que era donde vivíamos con nuestra familia. Cuando llegamos a casa mi padre hablo con mi madre y ellos se miraban en silencio. Mi madre me decía ¿tú que dice de todo esto? Yo le contestaba mamá esto ha sido muy bonito para mí, paseamos por el Puente, nos paramos en la Capillita del Carmen, papá se quitó la boina y le rezo a la Virgen del Carmen, porque es marinero y ella es su patrona, aparte que él siempre ha dicho que esa capillita tenía una cosa muy especial para él. Pasamos por la plaza de abastos de Triana y papá te trae un regalo. Te ha comprado una tinajita chica llena de manteca colará, de la que siempre hablas en casa.



Como ya ha pasado todo, quiero que sepan que mi sueño es lo que yo es visto desde chiquillo, no soy un bicho raro la culpa de todo esto la tiene el Puente de Triana que tiene duende.

domingo, 16 de noviembre de 2014

Esos grandes habitantes de las noches sevillanas


Digo grande porque Sevilla a todas estas personas les debe mucho, porque fueron personajes de la historia de la Sevilla de noche.

Cuando Sevilla de madrugada era igual que de día, hoy sigue teniendo su duende porque Sevilla es especial, pero es diferente, ha perdido parte de encanto, esa noche que hacía muy feliz a muchos sevillanos de cualquier barrio de Sevilla. Los suyo era vivir a su manera y eran muy felices, como algunos decían: yo no le debo nada a nadie, que no tengo casa ¡y qué? Yo no pago agua, ni luz, ni tengo que pagar al ayuntamiento, vivo con la luz de la luna, hablo con las estrellas y me caliento cuando salen los primeros rayos del sol. Me lavo con el agua de los jardines y duermo en unos de sus bancos, o en un escalón, o como uno me decía: yo he aprendido a echar mi sueño de pie contra la pared, dejándome caer sobre una puerta, o sobre un árbol. Otros que se llevaban toda la noche andando, porque estos personajes tenían preferencia por un sitio, pero de pronto, te lo encontrabas en cualquier pedazo de suelo sevillano.

Por mi trabajo de madrugada conocí a mucho de ellos, recuerdo que me decían todos lo mismo ¡que eran los más felices del mundo! Recuerdo los nombres de esta buenas personas, muchos eran con estudios y una educación infinita, otros de conocidas familias sevillanas y que te decían que vivían así porque no querían saber nada de la sociedad. También recuerdo a personajes que le gustaba la madrugada, locutores de radios, pintores, poetas, escritores, artistas.  Me acuerdo de uno que llevaba toda la noche diciéndole poesía a Velázquez, otro le cantaba por el Gloria, otro por El Sevillano y otro acostado en los jardines que cantaba ópera y zarzuela hasta quedarse dormido. Otro que se paseaba toda la noche en pijama por Sierpes mirando el escaparate y de vez en cuando gritaba ¡viva el Rey! En esta misma calle estaba el kiosco de prensa de La Curra único que estaba abierto toda la noche,  otro que los sábados se paseaba a caballo en esta calle sierpes, uno que era muy conocido en el centro y amaneció con el codo apoyado en la puerta del bar Pinto y que se quedó dormido para siempre el pobre. Otro que recorría toda la Avenida hablando solo y cuando se paraba gritaba mirando al cielo ¡yo no molesto, esta es mi vida! Recuerdo a otro que dormía al lado de la Torre del Oro, un día se le fue el cuerpo para atrás y se fue hasta la vía del tren, este pobre hombre nunca más durmió vigilando la Torre del Oro.

De esos personajes de la madrugada sevillana, como los Hermanos Jesuliqui, el maestro Pringue, Vicente  el de canasto, La Cheste en la campana vendiendo tabaco y cantando por Marife, el viejo de la guitarra sin cuerda, El Bizco de Alcalá, El Loco de Triana y Silvestre, Ramón el loco que fue presidente en los gallos de pelea, El Batalla tocando los palillos con los dedos ¡a la que te brillan las espuelas! Al Cádiz el Betunero, a la Pailabera con su rumba catalana, a Paco que tenía un piso en la calle Tetuán pero dormía en un banco del Duque, uno que se paraba en la puerta de correos y si le dabas las buenas noches se quitaba el sombrero y lo tiraba por el aire, otro que todas las noches detrás de correos esperando que abriera Juana la de los calentitos y cuando se acercaba alguien gritaba ¡yo el primero! Escuché cantar a Manolo el Brocha por Triana los cuplé de Concha Piquer, En la Alameda podía nombrar muchos de estos personajes y en el barranco, sala de fiestas y en las ventas y los que trabajaban de noche, porque muchas fábricas trabajaban de noche, los taxi y coche de caballos y digo esto porque Sevilla era igual de día que de noche.

Que de recuerdos más bonitos, si es que en Sevilla hay que vivir, dormir y soñar, Para no ponerme muy pesado voy poner un sello a este artículo, esto que voy a contar es un poco más modernos pero recuerdo ver al Rey D. Juan Carlos esperando que Juana la Calentera le despachara calentitos y no llevaba escolta, se fue camino del Alcázar con el papelón en la mano, pero picando ¡como es la costumbre sevillana!

miércoles, 5 de noviembre de 2014

A Sanlúcar de Barrameda

Desde hace mucho tiempo le tengo mucho cariño a este bonito pueblo. Recuerdo siendo un chiquillo que llegué a jugar al fútbol varias veces en el campo del “Solear” que recuerdo que se llamaba “El Palmar”. Me encanta Sanlúcar ¡lo vais a notar!  Voy a empezar hablando de su gente ¡qué son únicas! Recuerdo unas pequeñas anécdotas que me ocurrieron y me gustaría compartirla.

Yo iba con Remedios mi mujer y nos perdimos un poco por una calle, vimos a un sanluqueño subido en una escalera de madera limpiado una fachada y le pregunté: ¿por favor me puede decir dónde está el hotel Guadalquivir?, este Señor se bajó de la escalera y se la echó al hombro y me dice ¡vamos que lo acompaño! nos llevó hasta la misma puerta del hotel, le tuve que decir bueno yo quisiera hacerle un regalo por el detalle, al que me contestó: de eso ni hablar, que entonces no tiene gracia la cosa y con su escalera a cuesta se marchó con un saludo sonriente.

Otro caso fue que yo necesitaba etiquetas de vino para un trabajo que tenía que hacer y visite muchas  bodegas en la que me atendieron como yo no esperaba, pero lo especial de este caso fue que pasamos por una calle que había unos barriles en la misma puerta, entramos y me di cuenta de que aquello era un trabajadero y me atendió un joven, cuando le explique el trabajo que quería hacer con las etiquetas, me puso 2 barrilitos para que nos sentáramos y me dice: hace mucho calor, si tienen ustedes sed ¡beber agua de este botijo que está muy fresquita! Yo voy a tardar un poco pero quiero solucionarle su problema y le voy a buscar algunas etiquetas. Yo pensaba ¿Cómo este hombre nos deja aquí solo sin conocernos de nada? Pues no pasó nada, el hombre llegó y  tardó media hora y venía sudando el pobre y con mucha alegría, nos entregó un gran paquete de etiquetas de manzanilla muy antigua y yo no lo pude evitar, le di un abrazo y le dije como le puedo pagar yo a Ud. y me contestó: no me tiene que pagar nada yo lo hago de corazón para que ustedes se vayan contento de Sanlúcar.

Hablar de lo que es Sanlúcar no terminaríamos nunca, tiene cositas que me encantan como las carreras de caballo en la playa, que tanto se divierten los sanluqueños y los veraneantes, el traslado de las Hermandades del Rocío cuando se embarcan desde la playa hasta la otra orilla para seguir su camino hasta el Rocío, donde le espera la Blanca Paloma. Ese fervor especial a su bonita Semana Santa. Una visita por este pueblo no tiene desperdicio, con esos paseos al fresquito, esas terrazas, una buena plaza de abastos en la que tienen producto de mucha calidad ¡vaya fruta! ¡qué verduras! y el mariscos. Muchas personas que no compran pero le gusta hacer una visita porque esta plaza se lo merece. Y hablando de plaza, también la  de los toros ¡qué arte tiene esa plaza!  Aunque yo creo en mi humilde opinión que se merece alguna corrida más, que han nacido muchos matadores y novilleros de primera fila, que siempre han estado en las mejores plazas de España,  que se han retirados siendo figura y aún retirados siguen siendo toreros.

Y del flamenco que quieren que le diga: buenos cantaores y cantaoras, espectaculares bailaores y bailaoras, un punto aparte con la guitarra, porque a esto no le gana nadie a Sanlúcar, son muchos los maestros de guitarra que fueron famosos en el mundo entero ¡y que todavía nos quedan! porque si Dios quiere los que viven que son de la misma categoría de los que se fueron, que vienen empujando fuerte y que un día ya también se hablará de ellos. Si  no es que lo digan, es que sale por el clima de Sanlúcar. Hablando del clima no tengo más remedios que hablar de la manzanilla que aquí hay que morir, porque la manzanilla solo es de Sanlúcar, porque muy cerca hay pueblos que hace muy buenos vinos pero la manzanilla eso se ha quedado para Sanlúcar. Puedo decir que hay muchas marcas de manzanilla y que yo tengo una bonita colección de etiquetas, que las veo y ya me huele a manzanilla y me hace recordar todas mi vivencias tan bonitas ¡qué de recuerdos madre mía! Y las bodegas como se mantienen, porque la manzanilla quiere, porque las hace el clima pero necesita una crianza muy especial para que tenga ese aroma y ese sabor al paladar y que es única en el mundo. Esto lo pueden decir los que van a todas las ferias de España, o en todas las salas de fiestas del mundo y que es muy señorial.

No puede faltar hablar de la cocina de Sanlúcar, que una cocina de mucha categoría, esa nació en los barcos pequeros, si en esos barquito de pesca que el ser cocinero iba de padre a hijo, que nadie se explicaba como se podían preparar un "pescao" u otro guisos sin apenas herramientas y en esos anafe de antaño.  Esto lo digo yo que he navegado mucho y que en todos estos barcos los cocineros eran de Sanlúcar. Joder no lo puedo evitar, como recuerdo a mi padre que fue un gran cocinero y nunca negó que aprendió de los cocineros de Sanlúcar. Si cuando un cocinero de Sanlúcar se quedaba en tierra y se enteraba que había una plaza en cualquier barco, está era su forma de presentarse al patrón, le decía ¡yo soy de Sanlúcar! Me he enterado que tiene una plaza de cocinero y el patrón no le dejaba hablar más, esa plaza era para él y al segundo le estaba diciendo que llevara la cartilla.

Si es que esa forma de tapear en cualquier sitio de Sanlúcar se ha mantenido a través de los años,  si se pasa bien en el centro o en el último rincón de Sanlúcar, o dándose una vueltecita por Bajo Guía. ¡Como recuerdo navegar muchas veces de bonanza a Sevilla! Y son más de 4 horas de navegación, que recomiendo que se haga de día que merece la pena el viaje. Antiguamente había una línea directa diaria de Triana a Sanlúcar en vapor.

Me gusta decirle a Sanlúcar palabras bonitas porque lo siento:

Sanlúcar es campera.
Sanlúcar es señorial.
Sanlúcar es bodeguera.
Sanlúcar es playera.
Sanlúcar es trabajadora.
Sanlúcar es marinera.
Sanlúcar es cocinera.
Sanlúcar es flamenca.
Sanlúcar es acogedora.
Sanlúcar es rociera.
Sanlúcar es bonita.
Sanlúcar tiene un cielo del mismo color que la manzanilla y lo mira y uno está sintiendo ese sabor a cielo.
Sanlúcar ha tenido su infanta, Sanlúcar tiene un rey ¡si un rey! el rey langostino y una reina ¡la reina manzanilla! y tiene su dama de honor ¡la galera!

Por ultimo Sanlúcar tiene las mejores gentes del mundo LOS SANLUQUEÑOS,  como marinero que fui y que mi familia fue total marinera, le pagamos el tributo a la mar y a la virgen del Carmen ¡Dios mío!  Esto fue una pena para toda mi familia, pero hoy quiero mandar una oración para mi Virgen del Carmen y a su hermana la Virgen de la Caridad.

domingo, 19 de octubre de 2014

Los Remedios de Triana

Digo de Triana, porque los Remedios o la Barriada del Carmen, o Chapina, o el Turruñuelo, o el Barrio Voluntad, La Vega y otros. Pero voy a escribir esto porque un grupito de amigos quería que yo opinara sobre este tema. Pues bien la Plaza de Cuba era antes el Puerto Camaronero, como Gonzalo Segovia y calle Tulipán ¡todo era Triana! El cine San Telmo, era un cine de Triana, cuando no había construcción alguna, existía un campo de futbol, el campo del Calatrava y muy cerca una piscina que por la noche se llamaba la playa, y por la noche espectáculos de renombrados artistas, orquestas, vocalista, salón de baile, etc. y todo esto pertenecía a Triana. La primera casa que se apareció la construyo un torero antiguo que se llamaba Ángel Monasterio ¡Esto era Triana! Lo que se llama hoy Los Remedios viejo, esa era la barriada de Queipo de Llano, hay no había Remedios ni viejo ni nuevo, porque un poco más adelante estaba el mimbral, y esto era el mimbral de Triana ¿Por qué se le puso el nombre de Los Remedios? Pues porque el dueño de todo estos terrenos que se llamaba D. Roberto Taud, incluyendo los terrenos de la feria tenía una oficina inmobiliaria que se llamaba Los Remedios S.L. Este Señor mando construir un pequeño poblado que se llamaba “La Fistes” y que era Triana y todos los vecinos que allí vivían era Trianeros del Puerto Camaronero, porque D. Roberto derribo sus casas y el mismo les decía que no se preocupases a los vecinos porque lo llevo a la "Fiste" para que no salieran de Triana, porque sus terreno eran en Triana, y los vecinos que no tenían sitio en la Fiste, D. Roberto los mando a dos únicas casas que existía en la calle hoy Salado y en esta casa el correo que llegaba era Triana. Ahora aunque con mucha edad, todavía viven vecinos del antiguo Puerto Camaronero y hay una letra de la soleá de Triana que me gustaría compartir:
 
Aquellos cuatros puntales
que sostienen a Triana
San Jacinto, Los Remedios, La O
 y la Seña Sana Ana.
 
Solo decir que este barrio ha dado un cambio, pero creo que se han equivocado con querer separarlo de Triana ¡Porqué Triana le da mucho y le quita poco! Se ha pasado a querer hacer de la calle Asunción una calle Sierpes, pero por favor la calle Sierpes solo la tiene Sevilla y la calle Asunción ya están cerrando muchos negocios. Cuando se hicieron los primeros planos había un proyecto de hacer desde la “Plaza de Cuba” ojo Puerto Camaronero una carretera o avenida directa hasta San Juan, pues a derecha E izquierda era zona verde, pero no se hizo porque para algunos era más interesante hacer las Torres de Los Remedios, que tanta veces se paró su obra y que tanto quebraderos le trajo a Sevilla. Por este motivo quedaron algunas calles tan estrechas y otra que no son ni calle.
En un bar de la calle Esperanza de Triana con una reunión de amigos llegó un amigo y se sienta en la mesa, hace un comentario de este tema y nos dice: ¡yo me quiero ir del barrio y quiero volver a Triana! Yo le pregunto ¿Dónde has dormido Ud. esta noche en Los Remedios? Pues Usted durmió anoche en Triana, si se viene a vivir por aquí se viene a Triana, Ud. está tomando café en Triana y en esta terraza que estamos sentado era parte del Cortijo El Guajiro y el Guajiro estaba en Triana ¡ya has visto como se llama la calle! así que cuando salgas andando, tire para el sur o el norte te vas a Triana y si miras para el cielo, quiero que te enteres que este cielo es Trianero. Al final este hombre sonriendo me dice: ¿Ud. es de Triana? Yo le dije que sí, me contesto: ¿pues entonces me puede dar un abrazo? claro hombre se lo doy porque de todo esto no tiene Ud. la culpa. Creo que D. Roberto no debió de edificar sus terrenos y trasladar a los vecinos de los patios y corrales que lo llevaron tan lejos y tiraron sus casas que eran tan bonita. Solo decir que yo vivo en una de ellas y no la cambio por la torre más grande del mundo.
 

martes, 14 de octubre de 2014

Pepe Huelva


Guajira dedicada a Bobby Deglané

Pepe es natural de Villarrasa (Huelva) casado con una sevillana, tiene tres hijos, un varón y dos hembras, la más chica Mari Carmen parece que le gusta los sentimientos del flamenco como a su padre.
Pepe vive en Triana desde 1952, vecino del barrio Voluntad de la calle Prosperidad, en la misma calle que vivía el guitarrista Antonio Sanlúcar. Tiene seis grabaciones en el mercado de diferentes palos del flamenco, y que se mantiene en forma porque siempre ha cuidado su magnífica garganta.
Tengo que decir que a lo largo de mi vida he conocido a muchos artistas y Pepe es uno de ellos. Recientemente en una conversación recordando un viaje que hicimos a Jerez y que tomando unas copas en una bodega que visitábamos con un grupo de personas, yo hice un poco de locutor y le pedí a Pepe que cantara una saeta, él la cantó y se la dedicó a la bodega Jerezana. A pesar de que estaba un poco mal de la voz, parece que esa copita de vino que se tomó fue buena medicina ¡como cantó esa saeta! Que categoría de saetero, porque en Jerez se sabe de esto y no pararon de felicitarlo. Pepe me dijo que se emocionó y que le recordó otros momentos de emoción en Sevilla. Me estuvo comentando uno de ellos y que tengo el placer de compartirlos con ustedes. En el templo del Gran Poder era de día la puerta cerrada, en la misma puerta de rodilla un niño de muy poca edad, con las manos juntas hablaba en voz baja, no sabía lo que decía o si cantaba, pero cuando pude escuchar sus palabras tan bonita que decía, con tanto sentimientos que no le faltaban las lágrimas por esa cara, Pepe  hizo un combinado como pudo de lo que vio y escribió esta letra para un fandango, ya  que es el palo del flamenco del pueblo.
Delante del Gran Poder
un niño estaba llorando,
Delante del Gran Poder
entre su llanto decía,
cura a la pobre de mí mare
que soy muy chico todavía.
Más tarde tuve el placer de realizar con Pepe algún que otro viaje a Málaga, Córdoba, Antequera, Sanlúcar y Cádiz. Siempre le anime porque hay que seguir, porque la verea del flamenco es muy dura y larga y hay que seguir estudiando, que siempre queda algo por aprender. Tengo que decir que me encanta una  grabación suya de “La Niña del Albaicín” con letra de Rafael de León y una guajira con letra suya que dedico a Bobby Deglané con motivo del accidente de la operación clavel y que Bobby le felicito y le ofreció ayuda y le colocó en una famosa sala de fiesta de Madrid.
Tengo que deciros que esto no termina aquí del hablar de Pepe, porque cuando llegue la Semana Santa escribiré en mi blog alguna cosita interesante sobre él porque  es un grandísimo saetero y una magnifica persona, que yo desde mi humilde blog le mando un abrazo muy fuerte y siempre tendrá un gran sitio.