Aquí sentado en mi salón ¡cómo
vuela mi imaginación! Recuerdo muchas anécdotas
y voy a compartir alguna.
Recuerdo en el Patio Andaluz una
tarde en el primer pase, una mesa muy selecta, doce personas que sabían mucho
de flamenco, el sindicato del espectáculo de la calle Trajano en pleno y el Jefe
Nacional de visita que había venido de Madrid. Yo me encargo de esa mesa,
empieza el cuadro flamenco, no sé porque la cosa estaba fría y no sé si es poco
público o porque no era la tarde de los artistas. Llega una mesa de una
conocida familia sevillana, muy conocida por dar muchas fiestas. Yo me acerco
al cuadro y le digo al Chano: ¡Despertar que aquí hay gracia! Juanito el dueño
siempre pendiente me llama como otras veces y me dice: ¡Pepe esto hay que animarlo!
y le hace una señal con la mano al Chano. El cuadro empieza a pedirme que yo me
diera una vueltecita por bulerías, yo salto a la pista y me canta Romerito de
Jerez y El Chano me tira una bandeja. Yo meto los pies en ella y sin salirme
me doy mi vueltecita. Cuando terminé todo había cambiado, la familia sevillana
me llama para que prepare una fiesta, el señor de Madrid me dice:
¡usted es artista! ¿Cómo trabaja de camarero? Le dije: yo no soy artista, entonces
me dijo: pues mañana mismo se pasa por Trajano, que yo mismo le voy a firmar el
carnet, le volví a decir: no, que para dos vueltas que me doy ¡no lo necesito! Le
comenté en broma: ¿por qué no me lo da usted de fontanero? por si alguna vez me
falla la hostelería.
Esa noche fue un día de fiesta
inolvidable, tuve que torear en dos
plazas y “El Chano” me decía: ¡esta noche te voy a sacar a hombros! yo sabía lo
que me quería decir, pues en aquella época en Sevilla eran los sueldos muy
bajos para los artistas y estaban pasando una fuerte crisis, así que la cosa
bien se presentaba.
Con mucho cariño, muchas gracias por aguantar mis pequeñas anécdotas.
Que gracia me ha hecho esta anécdota pepe,esta no me la habías contado no? o si?jajajaja,bueno! me a gustado mucho. Un beso muy fuerte para los dos...
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