Una navidad con mucho arte, era la
que muchos años se celebraba en la sala de fiestas del Patio Andaluz de Sevilla
de la Plaza del Duque. En ese día 24 de diciembre, una vez que terminaban de actuar el
segundo cuadro flamenco, el Patio Andaluz cambiaba totalmente, se convertía en
una fiesta familiar, con muchas ganas de pasarlo bien, dueños,
artistas, todos los empleados en general. La pista de baile se llenaban de
todas clases de regalos que se hacían madre a hija, madre a madre, artista a
camarero, dueño a artista, artista a músico, artista a su madre, artista a
artista, así hasta que se repartía el ultimo regalo. Al que le entregaban su
regalo, ese tenia que hacer alguna cosita en la pista ¡claro que el compás no
faltaba! Las madre lucían allí todo su arte y los artistas lo que hacían eran
de corazón y sin cobrar.
Por el Patio Andaluz pasaron los
mejores artistas de aquellos años y muchos siguen triunfando, otros que se retiraron y
son maestras o profesores de las mejores academias de Sevilla y de cualquier
lugar de España, que siguen dando su fruto y salen nuevas figuras del flamenco,
Después de más de veinte años. esta sala cuando llego su cierre, el espectáculo funcionaba, el publico llenaba
la sala, por un lado el turismo y por otro el de Sevilla y el nacional que
visitaba Sevilla. Con estos artistas no se podía fracasar, esto que escribo lo
pueden avalar muchos artistas, que creo que se acordaran de esos momentos que
fue una pena para Sevilla y para el flamenco que se cerraran sus puertas.
Quisiera mandar un recuerdo para
mis compañeros Luis, Arcas, Curro Lainez, Ruiz, Rafael, Cabeza, Alfonso,
Iglesia, Ángel Vivaza, Ramón Barrera, Isidoro, Joaquín Riego y otros todos los
de la barra, Regidor y también a todos los empleados en general, también a los profesores
de música. Faltan muchos nombres y todos muy buenos compañeros. Quiero
solo recordar esos buenos momentos de compañerismo, ya que no lo pasábamos como en
casa porque el flamenco no perdona y había que dar el espectáculo.
Recuerdo y conservo un estuche
con los avios de afeitar de plata que me regalo Marujita de Triana. A Soledad
Miranda le regalaron una cabrita y ella me la regalo a mi, luego mi hija la
tuvo como un juguete. El Chano me regalo una boina, mi comadre Manolita un bastón.
En la que aquella noche terminé bailando con el bastón, la boina y la cabrita
en la mano. Así que el bastón se lo regale al Farruco y agradeció
mi regalo.
Es una lastima que el patio
cerrara sus puertas para siempre, se acabaron las noches mágicas de navidad
flamenca del Patio ¡pero así es la vida! Desde entonces la paso en Triana con mi familia
al completo, ya llevamos muchos años y de verdad que disfruto una barbaridad,
porque la del Patio Andaluz era una gran familia, pero con los míos he
recuperado lo que en aquella fecha no pude disfrutar y además en mi barrio de
Triana ¡OLÉ!
Les deseo una muy feliz Navidad y un próspero año 2015 donde se realicen sus sueños.