Si estas en el cielo y te gustaba
la Semana Santa, tu puedes seguir viéndola ¡y lo que más te gustaba! Cuéntale a
lo que están allí lo que pudiste contemplar. Cuéntale que Sevilla es ejemplo de
Fe, sentimientos y devoción.
Cuéntale que fuiste a ver a la Señora Macarena por las calles de Sevilla y lloraste
de emoción, Cuéntale que al Señor del Gran Poder las plegarias de los fieles hacen
el compás de la música ¡pero tú no le
pidas nada porque ya tienes bastante con estar en el cielo!
Cuéntale que viste al Cristo de
los Gitanos en la salida, y que con arte
le cantan sus gitanos y como lo miman sus costaleros ¡que derroche de sudor de
sentimientos hacia la Fe de la vida!
Cuéntale que si quieren ver la cofradías
de Triana se vayan al Puente de Triana, verán pasar al Cachorro, dile como es ese
momento, dile que a la Esperanza de Triana no pudiste rezarle porque te
quedaste con la mente en blanco, que en Santa Ana viste al Mudo, que llamó a su
pasos de Triana con lágrimas y que eran agua bendita de Santa Ana.
Cuéntale que si quieren ver a la
Estrella que vayan a su Capilla y veras
la salida de una dolorosa sencilla, donde la sencillez se hace inexplicable, donde ver tanta
maravilla de dolor te da un golpe de emoción ¡ah dile que es la Virgen más
valiente de Sevilla! que cuando sale mira de reojo a su antigua casa de los Frailes,
que siempre llora por no estar junto a
sus hermanas hermandades Trianeras, y dile que desde que no están allí el
edificio se lo están comiendo las palomas.
Cuéntale como el Cristo de las
Tres Caídas se para en el puente a y mira a la Virgen del Carmen, cuéntale que
estuviste en Castilla y que viste a la O y al Patrocinio, que es una calle con
olor a Cielo. Cuéntale la belleza del andar del Jorobaito por Sevilla y cuéntale como es un izquierdo del Cristo de las Penas.
Cuéntale que la Virgen de la Salud
va en un Palio muy fino, de belleza inalcanzable, que si alguien está enfermo y
le reza con devoción, ella lo arropa con su pañuelo de dolor. Gracias mil gracias siempre a mi Virgen de la
Salud.
Cuéntale como son los costaleros
del Soberano Poder, dile que se vayan a la Campana y vea lo que hacen con mucha
ilusión. Y diles a lo que están en el cielo que ellos tienen ventaja porque no pagan la silla, ni meterse
en bulla, ni llenarse de cera y que escuchen cantar a los saeteros su oración.
Cuéntale que no tengan pena
porque arriba se vive bien, que aquí abajo se
está haciendo muchas cosas feas.
Cuéntale que echas de menos las
torrijas y los pucheros que le hacia tu madre.
Cuéntale..
Que bonito Pepe, gracias por compartirlo me ha encantado,, Me queda poco tiempo de vida por un maldito cáncer y me he visto reflejado.
ResponderEliminarMuchas gracias y me alegro que le haya gustado el artículo, lo hice con el corazón para mis amigos que me leen.
ResponderEliminarMuchos ánimos y no pierda Ud. la esperanza nunca.
Este año mi hijo me ha regalado una estampita cofrade que me gustaría compartir:
Donde hay un sueño por cumplir….
hay un bello camino por recorrer.