Deciros que cuando veo a Matilde me da una alegría de ver a
una gran artista todavía con fuerza y ganas de seguir en la brecha.
Me consta que ella ha
sentido mucho la falta de Rafael artísticamente y porque era un matrimonio muy
unido.
Yo conocí a los dos hace mucho tiempo, buenos artistas, buen
matrimonio, buenos padres y buenos hijos.
Rafael vivía en la Cava y yo cerca de él. Matilde llego a
ser vecina mía en una casa que había mucho arte y los vecinos éramos una gran
familia. Recuerdo a su hermano Manolo y Pepi ¡grandes artistas también! A su
hijo Rafael por ser amigo de mi hijo José Antonio y su hija Rocío y de ellos
todo lo que se diga de bueno es poco.
Decir que ella ha
enseñado a muchísimos artistas ¡y lo sigue haciendo! Y Rafael que bailaba como los buenos bailaores
de Triana, que han mantenido esa escuela que se estaba perdiendo. A los
buenos aficionados digo que Matilde vive y que nunca se puede olvidar a este
pedazo de artista que quiere morirse con su mantoncillo a cuesta.
Gracias Matilde y si he escrito algo que no te guste te pido perdón.
Gracias Matilde y si he escrito algo que no te guste te pido perdón.